Hace unos meses, el equipo de Creative Code Art, un colectivo de curadores y artistas digitales con base en Nueva York, me contactó para invitarme a participar con un set audiovisual en su primer evento fuera de Estados Unidos, en colaboración con el Festival de Cine Experimental de Bogotá.

El programa, titulado Expanded Code Live, reunió a artistas visuales y sonoros de toda América Latina que trabajan con arte y música basada en código. Fue una experiencia increíble compartir con tantos creadores que exploran territorios similares desde perspectivas distintas; sin duda, una gran fuente de inspiración. (Hablé un poco más sobre ellos en otro post).

A few months ago, the team at Creative Code Art, a New York-based collective of curators and digital artists, invited me to participate with an audiovisual set in their first event outside the U.S., in collaboration with the Festival de Cine Experimental de Bogotá.

The program, Expanded Code Live, brought together visual and sound artists from across Latin America working with code-based art. It was an incredible experience to connect with creators exploring similar territories from different perspectives — a real source of inspiration.

Durante buena parte de 2025 había estado experimentando con diferentes sistemas generativos, pero aún sin una dirección clara en lo visual ni en lo conceptual. La invitación llegó en un momento perfecto: poco tiempo para preparar el set, pero justo la presión necesaria para forzarme a definir un lenguaje y cerrar un ciclo de exploración que venía dilatando desde hacía meses.

El proyecto tomó forma como un viaje audiovisual de cinco movimientos, representando las etapas del ciclo vital de una conciencia sintética: desde su formación hasta su disolución. La idea era que tanto el sonido como la imagen fueran expresiones de un mismo sistema, evolucionando en sincronía y nunca repitiéndose igual.

Most of 2025, I had been experimenting with different generative systems but without a clear visual or conceptual direction. The invitation came at the perfect time: limited preparation time forced me to define a language and finalize a cycle of exploration I had been extending for months.

The project took shape as a five-movement audiovisual journey, representing the life cycle of a synthetic consciousness: from formation to dissolution. The goal was for both sound and visuals to emerge from the same system, evolving together and never repeating in the same way.

Fueron semanas intensas, especialmente en la parte técnica. Me propuse conectar por primera vez mis sistemas de audio y visuales en una sola estructura generativa, algo que hasta entonces había trabajado por separado.

En el proceso, profundicé en Unreal Engine, especialmente en la lógica de Blueprints, y logré sincronizarlo con VCV Rack mediante OSC (Open Sound Control). Esto permitió que los datos de audio modularan directamente parámetros visuales como geometría, luz, partículas y cámara, generando una interacción real entre ambos mundos.

La música fue el primer componente que terminé. Decidí simplificar el set para hacerlo más portátil y directo. Solo llevé el Arturia Microfreak, con un preset programado para cada movimiento del set. Todo lo demás residía dentro del VCV Rack, donde configuré un sistema de secuencias aleatorias, acordes generativos, un drone base con el Befaco Oneiroi, y un módulo propio de granular delay que había desarrollado para un evento anterior, Lunar 79.

These weeks were intense, especially on the technical side. I aimed to connect audio and visual systems into a single generative structure, something I had previously handled separately.

I deepened my work in Unreal Engine, particularly with Blueprints, and synchronized it with VCV Rack via OSC (Open Sound Control). This allowed audio data to directly modulate visual parameters — geometry, lighting, particles, and camera — generating a real-time interaction between the two domains.

The music was the first component completed. I simplified the setup for portability and focus. I only brought the Arturia Microfreak, with a preset programmed for each movement of the set. Everything else ran inside VCV Rack, with random sequences, generative chords, a base drone from the Befaco Oneiroi, and a custom granular delay module developed for a previous event, Lunar 79.

El 29 de agosto de 2025, presenté EXP_BOG.ECL en la Cinemateca de Bogotá, cerrando el segundo día del Expanded Code Live. Fue la culminación de semanas de trabajo y ajustes. Todo funcionó perfectamente: la sincronización entre el audio y las visuales fue precisa, el flujo narrativo se sostuvo durante los 40 minutos de la pieza, y la recepción del público fue muy positiva.

El resultado superó mis expectativas. Ver el sistema funcionando como un organismo vivo —donde cada ejecución era única y el sonido guiaba la transformación visual— fue realmente satisfactorio.

On August 29, 2025, I presented EXP_BOG.ECL at the Cinemateca de Bogotá, closing the second day of Expanded Code Live. This marked the culmination of weeks of work and fine-tuning. Everything worked flawlessly: audio and visuals stayed perfectly synchronized, the narrative flowed throughout the 40-minute set, and audience feedback was very positive.

Seeing the system operate like a living organism — where each performance is unique and the sound drives visual transformation — was extremely satisfying.

Después de tanto trabajo (y algo de estrés), fue muy gratificante ver el resultado en escena. Este proyecto me ayudó a reencontrar una dirección, o al menos un nuevo punto de partida.

La experiencia en Bogotá me sirvió para consolidar mi método de trabajo y sentar las bases de mi práctica actual: una integración profunda entre música generativa, sistemas visuales y arquitectura del código.

Ahora tengo en desarrollo varias ideas que nacieron de este proceso, y espero poder volver a presentar esta pieza —o sus mutaciones futuras— muy pronto.

After weeks of effort (and some stress), seeing the piece come to life was deeply rewarding. This project helped me regain direction, or at least establish a clear starting point.

The Bogotá experience consolidated my current practice: a close integration of generative music, visual systems, and algorithmic architecture.

I now have several projects in development inspired by this process and hope to present this piece — or future evolutions of it — again very soon.

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